domingo, 22 de febrero de 2015

ARTE POP


Entre los años 60, el conspicuo incremento de la producción industrial consiente una notable seguridad y fe en el progreso, el mercado está saturado de mercaderías, bien confeccionadas y a buen precio, también con formas convencionales muchas veces de mal gusto. Esta situación resulta particularmente evidente en los Estados Unidos, donde los artistas se ubican en un modo crítico e irónico de frente a los objetos de consumo de masa, a las marcas de cualidad, a las imágenes símbolo.
Estos productos hechos para un pueblo de consumidores, inspiran a un arte dicha popular o arte pop.
El contenido de las obras está formado de banales objetos comerciales y por lo tano viene consumido velozmente como el producto mismo.
Andy Warhol, por ejemplo manifiesta explícitamente la ausencia de valores y de humanidad propia en el mundo consumista. En su obra Marilin Monroe. La expresión sonriente, esteroetipada, sonriente, sensual de la diva no refleja la realidad de una mujer viva, pero si la imagen que el público se ha hecho de Marilyn, es su expresión de obligación a reírse (sin ganas) como si fuese la marca de la calidad de un producto, o sea “la juventud eterna, belleza felicidad”.